Milán, 24 de noviembre de 2010
Me llamo Emilia Floriani y tengo 26 años. Les escribo porque hace algunos días, mientras navegaba en Internet, leí un artículo sobre el. P. Eduardo Laforet.
Siempre me han apasionado las vidas de los santos y los testigos de la fe, pero desde hace algún tiempo me estoy concentrando en jóvenes que querían hacerse sacerdotes y que no lo lograron porque fueron arrebatados por Dios antes de tiempo, o también sobre jóvenes sacerdotes, con pocos años o meses, ordenados regularmente o con dispensa especial. Por lo que he podido entender, el P. Eduardo pertenece a esta última categoría.
He continuado con mis investigaciones sobre su figura y recogido unos pocos artículos sacados de su sitio oficial y de otras páginas web, sorprendida y conmovida al mismo tiempo de cómo Dios lo convirtió en un prodigio de su amor infinito. He visto también la película que se hizo para presentar “Alpinista del Espíritu” y me emocioné muchísimo al escuchar su voz y los testimonios de sus superiores. Lo que más me ha impresionado han sido las fotografías que lo retrataban en el hospital, con la cabeza rapada, mientras muestra el tórax abierto: la identificación con Cristo en la Cruz podrá parecer banal, pero creo que en su caso era totalmente sincera.
En resumen, quisiera saber algo más sobre él y leer al menos el número de Hágase Estar publicado con motivo del aniversario de su nacimiento para el cielo. Me gustaría mucho recibir también alguna imagen con la oración por la beatificación de vuestro Fundador, Padre Tomás Morales, también en lengua española, (si no tienen en italiano), que no conozco muy bien y no sé escribir, pero algo la entiendo; y además, podría hacérmelo traducir.
Por favor, no me tomen por loca, ni consideren anormal mi interés por Padre Eduardo y por los jóvenes sacerdotes. Antes les ruego pidan por mí para que su ejemplo me enseñe a gastar la vida en un ideal alto y noble y por aquello en lo que creo.
Suya en Cristo Jesús,
Emilia Floriani