Llegaba agitado por dentro después de un verano complicado. Aquí he encontrado paz conmigo mismo y he descubierto la figura de Dios como Padre. Así que dos por el precio de uno.
Los Ejercicios me han ayudado a tomar responsabilidades en la Milicia. Veo todo el bien que me han hecho a mí, ojala puedan aprovecharse otros. También he sentido el relevo. He aprendido que hay que perdonarse a uno mismo.
Generalizando, podría decir que me he sentido más completo. Me ha ayudado mucho en estos días la carta que le escribí a Dios casi al comienzo. Si estoy con Dios, me siento satisfecho. Han sido días de descanso humano y de olvidarme un poco del mundo. Dios se mete dentro de mí y me encontrado muy a gusto.
Carlos T. (Cáceres)
Creo que la Virgen me ha ayudado en estos Ejercicios, como hizo con el Hermano Rafael Arnáiz. Llegaba con muchas inquietudes y dudas. El Rosario me ha ayudado en estos días.
Algo que he comprobado es el beneficio del silencio para degustar la Palabra de Dios, en la ciudad se hace más complicado disfrutar de la Biblia por el ruido. Acudía con las pilas vacías y me voy con ellas cargadas. Venía con algo de inestabilidad.
Javier M. (Madrid)
Dios siempre responde a su manera, en los Ejercicios también. Esta vez, venía cansado del inicio del curso. Pero, a la vez, también ilusionado y expectante por lo que podía recibir.
Me vencí al no tumbarme en la cama y conseguí dominarme, y esto creo que me puede ayudar para mi vida como ejemplo de otras victorias sobre mí mismo. Me indicó que debía ver mi vida desde fuera, para ver a Dios más cercano.
Me han ayudado mucho las noches mirando las estrellas. Me llenaba de paz el sentir cercano al Creador de ellas. He entrado relativamente pronto en los Ejercicios y por eso he aprovechado más que en otras ocasiones. Me he encontrado muy a gusto y satisfecho.
Salgo con deseos de amar más a Jesús. Quiero replantearme los estudios con mayor responsabilidad como objetivo concreto, además de dedicar algo más de tiempo a Cristo.
David R. (Salamanca)
He aprendido a hacer balance de las actividades de cada día. Resulta muy aprovechable una lectura reposada y silenciosa de la Biblia. Me han servido estos días para rezar por la gente, por mis amigos, por mi familia, por la Milicia.
Me he sentido muy relajado contemplando las estrellas. Hasta la llegada, me había sentido muy solo y aquí me he notado unido y amigo de Jesús. Ahora deseo abrir mi corazón de verdad para ver qué quiere Dios de mi vida.
Dios esta dentro de nuestro corazón y eso me llena de felicidad. También me ha ayudado escuchar la vida del Santo Cura de Ars durante las comidas.
Los puntos del balance siempre se agradecen para realizarlo mejor. Como objetivo, me llevo recordarlo y proponerme hacerlo en mi provincia.
El diablo tenía interés en molestar y quiere que no saquemos fruto, pero si recurro a María puede ser una buena ayuda.
Anónimo